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  OO2.

Aclaración: por motivos de adaptación, NamJoon es mayor que YoonGi.

(♡)

YoonGi necesitaba ayuda.

Cuando Min NamJoon —su hermano— le abrió la puerta, el no lucía muy contento. Estaba con el pelo revuelto y una mirada de los mil demonios. Comprensible; era un domingo alrededor de las 7:00 a.m, su hermano probablemente no estaría preparado para recibir visitas ese día.

—YoonGi —habló Min con voz peligrosa—. Espero que traigas una prueba de que sufres alguna enfermedad terminal, porque sino...

—Siento molestarte, Nam —le interrumpió—. Pero de verdad necesito tu ayuda.

Probablemente NamJoon captó la desesperación en su voz, porque termino dando un suspiro y dejándolo pasar, indicándole que esperara en la mesa mientras preparaba café.

YoonGi se sentó y lo miró encender la cafetera.

—¿Dónde esta...?

—Arriba, sigue dormido —contestó tomando asiento también. NamJoon lo miro seriamente, esperando claramente la razón por la que YoonGi estaba en su casa un domingo en la mañana—. Bien, soy todo oídos.

YoonGi se removió en la silla de madera y meditó con la vista en los girasoles del florero.

—Estoy saliendo con HoSeok. —Soltó sin más.

—¿Perdón? —dijo NamJoon al momento— ¿Dijiste que estás qué?

YoonGi se rascó la nuca. —Es... complicado.

NamJoon frunció el ceño y se le quedó mirando. Lo más seguro era que estaba procesando la noticia; YoonGi, alguien que llevaba tres años emparejado con una atractiva chica, con la que incluso aspiraba tener hijos, había llegado un domingo en la mañana —Min le tenía mucho aprecio a los domingos, cabe mencionar— a decirle que estaba saliendo con su heterosexual amigo, el pequeño HoSeok.

Menuda piedra en la cabeza, pero no era algo que sorprendiera a NamJoon a estás alturas de la vida.

—De acuerdo, ¿Y qué pasa con eso?

La boca de YoonGi cayó abierta, estupefacto.

—¿Que qué pasa? ¿Hablas enserio?

Min se encogió de hombros, absolutamente estoico ante las inquietudes ajenas.

—La sexualidad es algo que nunca debes dar por hecho, YoonGi. Puede resultar contraproducente cerrar la mente y enfrascarse en algo como «soy completamente heterosexual» —expuso apoyando un codo en la mesa y recostando su mejilla en el dorso de su mano—. Aunque debo decir que me da curiosidad. No creo que te hayas vuelto gay de la noche a la mañana.

—De eso es lo que te quería hablar —repuso avergonzado—. Verás, llevamos saliendo unas semanas, nos besamos y todo eso. Pero... es raro.

—¿No te sientes cómodo besandote con un hombre?

—Algo así. Digo, me gusta. Se siente mucho mejor que cuando me besaba con mi novia —dijo con un resoplido, barriendo los ojos por la mesa—. Pero luego, cuando me voy de su casa y reparo en que estoy saliendo con un chico, alguien con un pene, empiezo a sentirme ansioso.

NamJoon asistió, escuchándolo con atención. YoonGi se sintió un poco más relajado al darse cuenta que Nam no lucía particularmente escéptico, y tampoco lo miraba como si YoonGi estuviera diciendo puras ridiculeces, su hermano estaba atento a todo lo que le decía. Eso lo ánimo a continuar.

—No quiero ilusionar a Hobi —dijo—. No sé si para él esto este resultando más sencillo, si es así probablemente me odie cuando se entere que me siento avergonzado conmigo mismo cuando reparo en que tengo un novio. Por eso... quería saber si es normal que me sienta así.

—Si te soy sincero, me parece que sólo sigues desconcertado por el cambio —NamJoon dijo tranquilamente—. Es algo normal que te parezca extraño gustar de un chico. Pensabas que eras heterosexual hasta que te empezó a atraer HoSeok, probablemente no te has acostumbrado del todo a la idea —El café estuvo listo y Nam se levantó para servirlo en dos tazas. Volvió a sentarse y le entrego una a YoonGi—. Dado caso, pienso que solo debes pasar más tiempo con HoSeok. Salir a citas públicas puede que sea bueno para que dejes de sentirte tan receloso. Conociéndote de seguro estás llevando las cosas demasiado pasible, eso no es lo mejor si quieres salir de dudas.

YoonGi dió un asentimiento, tomando un trago de café. Estaba caliente y le quemo un poco la garganta, pero el estaba demasiado absorto en lo que Nam le decía como para darse cuenta.

—Tambien, creo conveniente que busques tocarlo un poco más —deliberó. YoonGi se ruborizó, a lo que NamJoon liberó una sonrisa ladina— ¿Te da miedo, hermanito?

—No —gruñó, refugiándose en la taza de café.

—Eso creí. Como decía, busca experimentar cosas que marquen la diferencia entre una mujer y un hombre. Acaríciale el pecho si no te sientes preparado para tocarle la polla, sería un buen inicio. De esta manera posiblemente puedas dejar de sentirte tan cohibido, o sino...

NamJoon guardó silencio, meditando con la taza cerca de sus labios. YoonGi se relamió los labios y lo incitó a seguir, a lo que los ojos de Nam se clavaron en los suyos con dureza.

—Puede que dejes de sentirte raro, pero también hay una alta posibilidad de que quieras salir corriendo apenas te des cuenta de que se te paró por tocar a un hombre.

YoonGi se atragantó, aunque ni siquiera pudo toser. Él se quedó mirando a NamJoon con inseguridad y su hermano sólo le regreso indiferencia. Estuvieron sumergidos en tenso silencio hasta que la puerta de la cocina se abrió, escuchándose un largo bostezo.

—Buenos días, amor. Oh ¿YoonGi?

Park JiMin le sonrió enormemente, tallandose uno de sus ojos para alejar el sueño. YoonGi le sonrió lo más que pudo a su cuñado, aceptando el superficial abrazo del chico cuando esté se aproximó a la mesa, terminando por sentarse en la silla que estaba al lado de NamJoon, tomando la mano de este último y acariciándole el dorso con suavidad.

YoonGi los vio darse un ligero beso mañanero y no pudo evitar sonreír un poco.

—Hace mucho que no te pasabas por aquí, comenzaba a creer que Nam te había molestado con que eres adoptado de nuevo —comentó JiMin, siempre sonriendo— ¿Cómo has estado?

—Bueno, yo-

—YoonGi tiene miedo porque está sufriendo un caso severo de homosexualidad —contestó NamJoon antes de que pudiera siquiera pensar su respuesta. El muy imbécil le guiño el ojo a YoonGi, burlándose cuando él le fulminó con la mirada.

JiMin pasó su mirada de su novio a YoonGi, perplejo.

—¿Homosexualidad? No entiendo a qué se refieren.

—Es que... he estado saliendo con HoSeok —musitó.

—¿HoSeok-ah? —jadeó JiMin—. Vaya, eso... es algo difícil de creer. Creí que eras mayormente heterosexual.

—¿Mayormente?

—Pues sí, nunca me ha gustado dar por sentado una orientación si la persona no ha experimentado más que vaginas —admitió JiMin encogiéndose de hombros.

NamJoon se rió, aunque YoonGi no encontraba ningún chiste.

—¿Ves que tengo razón? Hasta ahora tu mente está anclada en el hecho de que las vaginas y tetas son lo correcto. Dentro de un tiempo, cuando hayas aceptado que no es así y que gustar de un hombre no es malo, dejarás de sentirte de esa forma. Es lo más seguro.

—¿Eso creen? —preguntó esperanzado.

JiMin le sonrió y le tomó su mano entre las suyas, mirándole fijamente.

—Si de verdad lo quieres, no tengo dudas de que te darás cuenta. Una vez leí en una novela que las cosas son raras, solo por el tiempo que tú dejes que lo sean —su mirada cayó a las manos de YoonGi—. Pero debes poner de tu parte para que todo fluya, olvida eso de que los hombres están hechos para estar con una mujer y mentaliza qué es lo que en verdad quieres.

YoonGi meditó las palabras se JiMin y asintió, repentinamente con mucho más ánimo que en todas esas semanas de confusión.

NamJoon atrajo a JiMin hacía sí mismo, dándole un beso en la sien.

—Mi novio es tan brillante —dijo con orgullo. Las mejillas de JiMin se sonrojaron, mientras que una sonrisa boba se instalaba en su cara.

—Calláte tonto. Estoy seguro que llevas rato aconsejándolo ¿Por qué no me llamaste para ayudar?

—Creí que querrías dormir un poco más. Anoche estabas quejándote por el dolor en tu-

—Supongo que es hora de irme —se apresuró YoonGi, poniéndose de pie con una sonrisa nerviosa—. Lamento haber venido de improvisto, agradezco mucho su ayuda.

—Cuando quieras, Yoon —dijo Nam—. Aunque sería bien que la próxima vez que te den tus ataques llames primero, hermano —bromeó.

YoonGi se rió. —Vale, vale. Lo tendré en cuenta.

—¿Te acompañamos a la salida? —ofreció JiMin.

—No es necesario, Minie. Ustedes pueden regresar a la cama, o hacer lo que sea que hagan los domingos en la mañana.

—Que considerado de tu parte —NamJoon rodó los ojos.

—Lo sé, de nada. Nos vemos entonces.

—Hasta luego YoonGi.

YoonGi salió de la casa de NamJoon con la vista gacha y las manos en los bolsillos de su suéter. Recibió un mensaje de HoSeok cuando iba a montarse en su moto.

HoSeokie

Buenos días ☆
Me gustaría que viéramos
una película en mi casa hoy.
¿Estás disponible?
08:02 a.m.

Claro ¿Ahora? ʕ´•ᴥ•'ʔ
08:03 a.m.

¿En dónde estás?
08:05 a.m.

En la casa de NamJoon,
voy saliendo de hecho.
08:05 a.m.

Ah, que raro que hayas ido
un domingo por la mañana
¿No te corrió?
08:08 a.m.

Pff, para nada. Sabes que mi
hermano adora tenerme en su
casa ¯\_( ͡° ͜ʖ ͡°)_/¯
Me recibió de lo más gustoso.
08:08 a.m.

Sospechoso...
Pero no opinare al respecto.
¿Sí vienes entonces? Para preparar
algo de desayuno.
08:10 a.m.

No más voy por el desayuno.
Estoy haya en diez minutos.
08:12 a.m

Idiota (ÒДÓ I|)
08:12 a.m.

Visto a las 08:13 a.m.

YoonGi sonrió guardando su celular en su bolsillo. Se colocó el casco y encendiendo la moto se echó a andar hacia la residencia dónde vivía HoSeok.

Se la paso todo el camino meditando la charla con su hermano, sintiéndose nuevamente algo ansioso.

Cuando hayas aceptado que no es así y que gustar de un hombre no es malo, dejarás de sentirte de esa forma.

Solo esperaba que NamJoon tuviera razón.

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